dijous, 11 d’octubre del 2007

Plató resumeix la "teoria de les Idees"

Carta VII, 342a3. Plató explica els seus intents fracassats d'intervenir a la política de Siracusa. Sosté que Dionís o no era savi o no va escriure un llibre amb els seus coneixements perquè qualsevol persona seriosa es "guardarà molt de posar per escrit allò que sap". Com al Fedre, la sorprenent tesi que la paraula escrita no té valor. Munició per als que mantenen la teoria de les doctrines no escrites (vegeu Reale (1987) Per una nuova interpretazione di Platone. Per cert, a qui beneficia el que encara no s'hagi traduit?). A banda d'aquestes consideracions, el fragment resumeix bé l'estàndard de la teoria de les idees.
"Hay en todos los seres tres elementos necesarios para que se produzca el conocimiento; el cuarto es el conocimiento mismo, y hay que colocar en quinto lugar el objeto en sí, cognoscible y real. El primer elemento es el nombre. el segundo la definición, el tercero la imagen, el cuarto el conocimiento. Pongamos un ejemplo aplicado a un objeto determinado (...). Hay algo llamado "círculo",cuyo nombre es el mismo que acabo de pronunciar, en segundo lugar viene la definición, compuesta de nombres y predicados: "Aquello cuyos extremos distan por todas partes por igual del centro" (...). En tercer lugar, la imagen que se dibuja y se borra, se torna en círculo y se destruye, pero ninguna de estas cosa le ocurre al círculo mismo al que se refieren todas las representaciones, pues es distinto a todas ellas. Lo cuarto es el conocimiento, la inteligencia, la opinión verdadera relativa a estos objetos: todo ello debe considerarse como una sola cosa, que no está en las voces ni en las figuras de los cuerpos, sino en las almas, por lo que es evidente que es algo distinto tanto de la naturaleza del círculo en sí como de los tres elementos anteriormente citados. Las mismas diferencias podrían establecerse respecto a las figuras rectas o circulares, así como a los colores, a lo bueno, lo bello y lo justo, a todo cuerpo, tanto si está fabricado artificialmente como si es natural, al fuego, al agua y a todas las cosas parecidas, a toda clase de seres vivos, a los caracteres del alma, a toda clase de acciones y pasiones. Porque si en todas estas cosas no se llegan a captar de alguna manera los cuatro elementos, nunca se podrá conseguir una participación perfecta del quinto." (Ed. Gredos, pp 514-516)